jueves, 17 de octubre de 2024

Aceptar: Suelta el control

 



La vida, como bien sabemos, está llena de cambios. Y muchas veces, esos cambios nos sorprenden, alterando esa rutina con la que ya nos habíamos familiarizado. Imaginen un nuevo jefe en el trabajo, el fin de una relación o, en casos más difíciles, la pérdida de un ser querido. Nos enfrentamos continuamente a situaciones que se nos escapan de las manos, algo que puede desconcertarnos y generar cierta incomodidad. Sin embargo, si algo es constante en la vida, es precisamente el cambio. ¿Por qué entonces resistirnos tanto? Aunque el cambio es una realidad inevitable, nos aferramos a que las cosas se mantengan igual, lo que, sin darnos cuenta, solo nos produce sufrimiento. Aprender a aceptar y soltar aquello que no podemos controlar es clave para mantener nuestro bienestar emocional y mental.

¿Qué dice la psicología?

Aceptar el cambio no es solo necesario, sino también fundamental para avanzar de manera saludable. De hecho, investigaciones, como las realizadas por la psicóloga Susan Folkman, muestran que quienes desarrollan estrategias de afrontamiento basadas en la aceptación tienden a experimentar menos estrés y ansiedad. Folkman, junto a Richard Lazarus (1986), destacaron que una de las formas más efectivas de enfrentar las situaciones difíciles es enfocarnos en lo que está bajo nuestro control y soltar aquello que no lo está (ver referencia.1).

Resistencia al cambio.

Pensemos, por ejemplo, en un cambio en el trabajo, como la llegada de un nuevo jefe. Seguro más de uno ha vivido esto. Es común que, en un principio, sintamos resistencia. Nos preguntamos: "¿Por qué no puede seguir todo igual?", especialmente si estábamos a gusto con la situación previa. Sin embargo, resistirnos no cambia la realidad y lo único que logra es aumentar nuestra frustración. Aceptar este cambio, adaptarnos a la nueva dinámica y ver la llegada de ese nuevo jefe como una oportunidad de crecimiento puede transformar nuestra experiencia por completo. Quizás, este nuevo líder traiga consigo ideas frescas que nos permitan mejorar como equipo o incluso optimizar procesos.

Otro caso muy cotidiano es el fin de una relación amorosa. Es natural querer que las cosas vuelvan a ser como antes, pero aferrarse al pasado solo nos estanca. Aceptar que esa etapa ha concluido nos abre puertas a nuevas oportunidades, permitiéndonos avanzar. Este proceso de soltar lo que ya no podemos cambiar es esencial para sanar y crecer emocionalmente. Al fin y al cabo, dejar ir no significa perder, sino permitirnos a nosotros mismos seguir adelante.

Prueba aceptando.

Aceptar no es lo mismo que resignarse. No implica estar de acuerdo con lo que ha sucedido, sino simplemente reconocer la realidad tal cual es, sin añadirle una carga de sufrimiento innecesaria. Es un acto de autocompasión. Es decirnos a nosotros mismos: “Está bien, la vida sigue su curso”, y entender que, aunque algunas experiencias sean dolorosas o incomodas, el cambio también trae consigo oportunidades que, tal vez, aún no alcanzamos a ver.

En resumen, la vida está en constante movimiento. Aferrarnos a la idea de que todo debe permanecer igual solo nos mantiene atrapados en un ciclo de sufrimiento. Aceptar lo que no podemos cambiar y soltar lo que ya no está en nuestras manos es una de las herramientas más poderosas para vivir en paz. Al hacerlo, permitimos que nuestra energía se enfoque en aquello que realmente podemos controlar y comenzamos a abrirnos a las nuevas experiencias que la vida nos ofrece. Practicar la aceptación día a día nos ayuda a vivir con mayor serenidad, abrazando el cambio como una parte natural de nuestra existencia.

 

 REFERENCIAS

Referencia.1: https://www.researchgate.net/publication/19459529_Appraisal_Coping_Health_Status_and_Psychological_Symptoms


0 Comentarios:

Publicar un comentario